En los niveles superiores de la Manufactura, se ha creado un espacio fascinante para estimular la creatividad y visualizar innovaciones revolucionarias. Incluso las ideas más audaces tienen espacio para respirar. Aquí es donde se imagina el futuro de Roger Dubuis. 

Cada vez que se abren las puertas, se desata la inspiración, ya que una mezcla de diseñadores, especialistas en rarezas y expertos creativos se reúnen para soñar. 

Los desarrolladores e ingenieros de la Maison trabajan mano a mano con los diseñadores para concebir los relojes imaginados por las mentes más creativas de la Maison. 

Pueden pasar años hasta lograr avances mecánicos sin precedentes, inventar nuevos calibres o desarrollar nuevos materiales innovadores. Desde la fundación de la Maison, se han lanzado 25 calibres principales y se han obtenido más de 25 patentes. 

La paciencia, la dedicación y los conocimientos altamente avanzados son los puntos fuertes de estos pioneros técnicos. 

Siguiendo la filosofía de la certificación Poinçon de Genève, los acabadores y decoradores de Roger Dubuis embellecen y refinan cada componente a mano. Cada pieza, visible o no, debe estar finamente adornada, garantizando una apariencia impecable. Se pueden requerir hasta 10 procesos para un solo componente. 

Los emblemáticos diseños esqueletizados de Roger Dubuis se crean específicamente para permitir a los usuarios sumergirse en esa excelente artesanía con cada mirada. 

No existe ninguna escuela que enseñe la decoración de relojes. Es un savoir-faire que solo puede transmitirse de una generación a otra y perfeccionarse a través de años de experiencia. 

Para mantener vivas las habilidades tradicionales de la relojería, los relojeros de Roger Dubuis se dedican a cada detalle de su trabajo. En su taller, los calibres más complejos se ensamblan, se encajan y se engastan, dando vida al corazón de cada reloj y preparándolo para los retos del uso diario. 

Su papel es de paciencia, pasión y máxima precisión. 

Ningún reloj sale de la Manufactura Roger Dubuis sin antes someterse a una serie de rigurosas pruebas. 

En homenaje al número de la suerte del Sr. Roger Dubuis, cada reloj se enfrenta a 88 exámenes propios de la Maison a lo largo del proceso de producción. Este elevado número garantiza un estudio exhaustivo del rendimiento de un reloj y, de forma bastante inusual, la Maison prueba la precisión tanto antes como después del encajado. 

Entre los criterios, 12 son examinados de cerca por el altamente exigente Poinçon de Genève. 

La dedicación, la precisión y la creatividad son una compulsión diaria para todas las personas que trabajan en la Manufactura Roger Dubuis. Este es un lugar donde el legado del Sr. Roger Dubuis sigue vivo y donde las habilidades de la alta relojería están en constante evolución. Fusionando la herencia con el ingenio moderno y la creatividad desatada, este es un hogar para la excelencia. El corazón palpitante de la Maison, donde nace cada reloj raro y expresivo.