
DOMINIO TÉCNICO
Roger Dubuis ha llevado esta prestigiosa complicación al siguiente nivel, produciendo únicamente tourbillones volantes, los cuales tienen un aspecto mucho más atractivo, pero son mucho más complicados de crear. Su producción requiere 63 piezas, entre las que se incluyen algunas en materiales ligeros y no magnéticos como el titanio y el cromo cobalto.

UNA ESTÉTICA EXPRESIVA
Cada uno de nuestros relojes de tourbillon cuenta con un calibre esqueletizado ligero y minimalista. Además de por su fascinante belleza, este mecanismo destaca por el espacio adicional que ofrece para que la Maison dé rienda suelta a su creatividad y su expresión estética, siempre avalada por la excelencia de la certificación Poinçon de Genève.