LOS ALBOROTADORES DE LA ALTA RELOJERÍA
El hecho de que nuestra Manufactura, ubicada en el corazón de Ginebra, sea independiente y esté totalmente integrada es lo que hace posible nuestra supremacía técnica y relojera. Desde su fundación en 1995, la casa relojera ha ampliado sistemáticamente los límites técnicos y ha demostrado un compromiso inquebrantable con atreverse a ir hasta donde ningún otro relojero lo había hecho hasta la fecha.
Una combinación de tecnología de última generación con artesanía tradicional y una actitud rompedora: Roger Dubuis es la manera más fascinante de disfrutar de la Hiperrelojería.
UN RELOJ QUE DESAFÍA LA GRAVEDAD
El tourbillon volante, considerado la complicación mecánica más exigente y una de las mayores expresiones del arte de la relojería, ha llegado a convertirse en la firma inimitable de Roger Dubuis. Inventado para compensar los efectos de la fuerza gravitacional sobre la precisión del movimiento, el tourbillon lleva montando el mecanismo de escape y el volante dentro de una jaula rotatoria, un complejo logro realizado con el fin de ofrecer la máxima precisión.
El tourbillon, un espectáculo tan fascinante como hipnótico, sigue siendo una de las complicaciones más cautivadoras tanto para los relojeros como para los coleccionistas y, en última instancia, la mejor demostración de nuestra capacidad para percibir e interpretar las leyes de la naturaleza y convertirlas en un mecanismo atemporal. Independientemente de si es en la forma de un tourbillon volante sencillo o doble, esta misteriosa complicación albergada en nuestros calibres arquitectónicos contemporáneos constituye una asombrosa exhibición de mecánica avanzada en acción.
EL ASCENSO DE UN ICONO
Esta última interpretación de la colección Excalibur, testimonio de la supremacía relojera y del talento artesano de Roger Dubuis, emplea materiales rompedores e innovadores. Un Tourbillon Volante optimizado, contenido en el nuevo calibre RD512SQ con una reserva de marcha radicalmente optimizada hasta las 72 horas, una reducción del peso en un 16 % gracias al uso de jaulas superiores e inferiores de cobalto y titanio y una nueva lubricación que facilita la transmisión.
Un calibre reconstruido de los pies a la cabeza en una hazaña arquitectónica gracias a la cual ahora la estrella de Roger Dubuis levita libremente sobre el barrilete, exhibiendo una de las complicaciones más sofisticadas de la Alta Relojería.